Lomi Lomi: masaje hawaiano
Presentado como una de las últimas tendencias en masajes relajantes y exóticos, el Lomi Lomi tiene su origen en los antiguos sanadores hawaianos, que a través de la filosofía Huna trataban el cuerpo y la mente. Este masaje tradicional combina el trabajo del terapeuta, realizado casi exclusivamente con los antebrazos, con la gemoterapia y la aromaterapia. El terapeuta trabaja con los antebrazos creando ondas expansivas sobre el cuerpo que son a la vez relajantes y vigorizantes.
El Lomi Lomi
es una de las formas más profundas que existen de masajear el cuerpo y su
objetivo es conseguir la armonía total trabajando todos los músculos y
facilitando el paso de los fluidos energéticos. Se inicia con unos ejercicios
de respiración y haciendo un cuestionario para determinar el tipo de energía
que rodea al paciente. La clave de este masaje está en actuar al mismo tiempo
sobre zonas distantes del cuerpo, ya que al cerebro le cuesta concentrarse en
dos áreas diferentes y se deja llevar por un balanceo rítmico.
La gemoterapia caliente en zonas
energéticas y reflexógenas y la utilización de aceite de coco convierten al Lomi
Lomi en un festín para los sentidos. Es altamente recomendado para prevenir la
tensión corporal, eliminar el stress, la depresión, y estimula la circulación
linfática, estrechando los músculos y movilizando las articulaciones. Una
terapia que trata al mismo tiempo los niveles físico, emocional, mental y
espiritual del ser humano, logrando una suave pero intensa relajación.
La filosofía Huna
Para entender la profundidad del masaje
Lomi Lomi, es necesario entender la filosofía hawaiana llamada Huna, y cómo
ésta se relaciona con el funcionamiento del cuerpo y la curación. Una
afirmación esencial del Huna es que todo busca armonía y amor. ¿Pero cómo se
relaciona esto con el masaje? El Lomi Lomi
trabaja sutil pero profundamente en los músculos con continuas y fluidas
caricias-masajes, que nutren el cuerpo permitiéndole relajarse y entregarse al
que las recibe. Es por eso que aunque la técnica sea una parte importante del
masaje, mucho del trabajo es realizado por el amor que pone el practicante en
el paciente, el cual se canaliza a través de sus manos y su corazón.
Este fluir de energía, acompañado de
continuos masajes, relaja al paciente por completo, ayudándole a liberar viejos
pensamientos, patrones de comportamiento que le causan limitaciones y que están
almacenados en las células de su cuerpo. La gente en general cree que todas
estas creencias están en nuestra programación mental, pero esta filosofía
afirma que en realidad están en nuestro cuerpo.
Los hawaianos miden las cosas en términos
de energía y creen que una idea o pensamiento puede bloquear el fluir de esa
energía así como lo hace una tensión muscular. El masaje Lomi Lomi no es sólo una experiencia física, sino
que llega también al nivel mental, emocional y espiritual. Cuando se cura uno
de estos niveles los demás también resultan afectados.
La enfermedad es un
estado de tensión que bloquea el natural fluir de la energía, y el Lomi Lomi ayuda a liberar ese camino hacia la
curación. En el nivel físico se libera stress y tensión, además de estimularse
la eliminación de toxinas.
Una diferencia fundamental con otros
masajes es que la persona yace directamente sobre la mesa o camilla de trabajo
y no sobre una toalla.
Además, la persona no es cubierta completamente por
toallas sino por una pequeña tela o toallita, dejando gran parte del cuerpo
expuesta durante el masaje, pero respetando el pudor del paciente. Esto
facilita mucho los masajes de todo el cuerpo, ya que no interrumpe el continuo
fluir de energía por acomodar las toallas. En invierno el frío no resulta un
impedimento para realizarlo, ya que se puede utilizar calefacción para mantener
la temperatura del lugar.
Dado que el practicante trabaja
intuitivamente, un masaje puede ser lento y muy relajante en algunas ocasiones
o más rápido, energizante y vigoroso en otras. Muchas veces mientras se siente
la liberación muscular también se liberan las emociones y pensamientos
negativos, y los efectos curativos del masaje pueden continuar tiempo después
de realizado. El masaje puede ser practicado por una o dos personas que
trabajan a la vez. La experiencia de recibir Lomi
Lomi de dos practicantes tiende a llevar al paciente a un nivel aún mucho
más profundo de relajación, ya que resulta imposible focalizarse en las cuatro
manos que trabajan distintas partes del cuerpo a la vez.
La filosofía hawaiana transmite conceptos
profundos, tal como podemos apreciar en su típico saludo “Aloha”. Aloha es
mucho más que hola o adiós. Su significado más profundo es “el alegre compartir
de la energía vital en el presente”. Y esta es una de las claves del Lomi Lomi: celebrar, amar y nutrir el cuerpo de
otro como si fuera el propio. Para la filosofía hawaiana, el amor no sólo se
refiere al gusto, afecto o pasión por alguien o algo, sino que incluye la
tolerancia, la aceptación, la apreciación, el respeto, la compasión, el no
juzgar y el perdón, entre otros conceptos. Varios profesionales que aprendieron
esta filosofía experimentaron una profunda transformación personal. Sin dudas,
una técnica interesante para aplicar en los pacientes y, por qué no, para
sumarla a nuestra vida cotidiana.
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