Si las nanas no funcionan, pruebe con
un masaje
Antes de dormir, unos minutos de
masaje pueden ayudar al bebé a conciliar el sueño y a los padres a dormir
durante más horas seguidas. Hasta ahora se conocían los beneficios de los
masajes infantiles como relajantes, antidepresivos, e incluso para aumentar la
interacción materno-infantil. Ahora, por primera vez, se señala que pueden
incluso regular el ritmo circadiano del neonato, facilitando la conciliación
del sueño.
Un grupo de científicos de la
Universidad de Haifa, ha sido el primero en cuantificar los efectos
de los masajes nocturnos en bebés midiendo la producción de melatonina, una
hormona reguladora del sueño que se segrega durante las horas nocturnas. El
sistema circadiano, el reloj biológico por el que el ser humano se ajusta a los
ciclos de 'día-noche', es el encargado de controlar la secreción de melatonina.
Según explican estos investigadores,
los masajes antes de la hora de dormir pueden servir al bebé como un potente
identificador de tiempo, de manera que les permite coordinar más fácilmente su
propio sistema circardiano con las señales
ambientales que le rodean.
Veinte madres con bebés recién nacidos (entre
10 y 14 días de vida) participaron en este estudio, publicado en el 'Journal of
Developmental and Behavioral Pediatrics'. Al cabo de las seis-ocho semanas de
terapia, se empleó un sensor para evaluar los niveles de actividad diurna y
nocturna de los bebés. Sólo la mitad de las madres masajeó al bebé antes de
acostarlo y fueron precisamente estos niños los que se mostraron más inactivos
durante las horas nocturnas, además, sus ritmos de actividad diurna-nocturna se
alinearon con los de sus madres. Por el contrario, los niños que no habían
recibido masajes estuvieron más despiertos durante la noche.
El ensayo también midió los niveles de
melatonina, y se pudo comprobar cómo estos aumentaban durante la noche entre
los niños del grupo de masaje. Las conclusiones añaden que es posible que las
propias madres modificasen su actitud hacia el bebé a consecuencia de los
masajes y de los cambios de los ritmos de sueño del niño.
El masaje infantil es una antigua tradición en
muchas culturas del mundo, y se basa en la filosofía que asegura que el tacto
logra crear una mayor interacción entre la madre y el niño. Para llegar a este
grado de conexión la madre debe masajear suavemente la espalda y el vientre del
bebé trazando pequeños círculos. Además, se puede extender el masaje a las
extremidades, con suaves movimientos en verticales, como si se estuviese
'ordeñando'.
No hay comentarios:
Publicar un comentario