El masaje deportivo va encaminado a mantener en
perfectas condiciones las funciones fisiológicas del aparato locomotor. Puede
darse antes, durante y después del esfuerzo, con objetivos diferentes según
cada uno de estos tres casos:
Antes del
esfuerzo
Se da el
masaje una vez el deportista haya hecho su calentamiento, y pocos minutos antes
de que comience la prueba. Objetivos:
- Potenciar el calentamiento.
- Estimular el sistema nervioso.
- Retrasar la aparición de fatiga.
Durante el
esfuerzo
Los
objetivos que se persiguen son los siguientes:
- Relajar la musculatura parcialmente.
- Eliminar sustancias de deshecho.
- Producir un nuevo estímulo neuromuscular.
Después del
esfuerzo
Después del
esfuerzo: suele se más largo que los anteriores y se aplica con más intensidad
sobre los músculos trabajados. Objetivos:
- Eliminar sustancias de deshecho.
- Neutralizar la acidez muscular.
- Relajar y descongestionar los músculos trabajados.
Masaje
deportivo a nivel terapéutico se muestra
muy útil en los siguientes casos:
- Edemas.
- Contusiones, tras 48 horas.
- Roturas tras la cicatrización.
- Tendinitis.
- Esquinces, tras 48 horas
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