Espondilosis

u osteoartritis espinal
Written by John J. Regan, MD

La espondilosis (osteoartritis espinal) es un trastorno degenerativo que puede provocar la pérdida de estructura y función espinal normal. Aunque el envejecimiento es la causa primaria, la ubicación y el índice de degeneración es individual.

La espondilosis muchas veces afecta los siguientes elementos de la columna: 

Discos intervertebrales: a medida que la gente envejece, se producen ciertos cambios bioquímicos que afectan el tejido que se encuentra en todo el cuerpo. En la columna puede estar en peligro la estructura de los discos intervertebrales (ánulo fibroso, lamela, núcleo pulposo). El ánulo fibroso (similar a un neumático) está compuesto por 60 o más bandas concéntricas de fibras de colágeno llamadas lamela. El núcleo pulposo es una sustancia gelatinosa dentro del disco intervertebral encerrada por el ánulo fibroso. Las fibras de colágeno forman el núcleo junto con agua y proteoglicanos. Los efectos degenerativos de la edad pueden debilitar la estructura del ánulo fibroso, haciendo que el "dibujo de los neumáticos" se desgaste o se desgarre. El contenido de agua del núcleo disminuye con la edad, lo que afecta su capacidad de rebotar después de la compresión (es decir, la cualidad de absorber los impactos). Las alteraciones estructurales de la degeneración pueden disminuir la altura del disco y aumentar el riesgo de una hernia de disco.

ejemplos de problemas en los discos


Articulaciones facetarias (o articulaciones cigapofisarias).
Las articulaciones facetarias también se denominan cigapofisarias. 
Cada cuerpo vertebral tiene cuatro articulaciones facetarias que trabajan como bisagras. Son las articulaciones de movimiento de la columna que permiten la extensión, flexión y rotación. Como otras articulaciones, la superficie articuladora ósea está recubierta de cartílago. El cartílago es un tipo especial de tejido conectivo que proporciona una superficie deslizante autolubricante y de poca fricción. La degeneración de articulaciones facetarias provoca pérdida de cartílago y formación de osteofitos (es decir, espolones óseos). Estos cambios pueden provocar hipertrofia u osteoartritis, también conocida como enfermedad degenerativa articular.
Los osteofitos en huesos y ligamentos (es decir, los espolones óseos) pueden desarrollarse en forma adyacente a las placas del extremo, lo que puede comprometer el suministro de sangre a la vértebra. Además, las placas del extremo pueden ponerse rígidas debido a esclerosis, un engrosamiento o endurecimiento del hueso debajo de estas placas. Los ligamentos son bandas de tejido fibroso que conectan las estructuras de la columna (es decir, las vértebras) y las protege contra los extremos del movimiento (es decir, la hiperextensión). Sin embargo, los cambios degenerativos pueden hacer que los ligamentos pierdan parte de su fuerza. El ligamento flavo (un ligamento espinal primario) puede engrosarse o combarse posteriormente (detrás) hacia la duramadre (una membrana de la médula espinal).


Síntomas de la espondilosis y diferentes niveles de la columna












Cervical (cuello): la complejidad de la anatomía cervical (cuello) y su amplio rango de movimientos hacen que este segmento de la columna sea susceptible a los trastornos asociados al cambio degenerativo. Es común el dolor de cuello por espondilosis. El dolor puede propagarse hacia los hombros y los brazos. Cuando un espolón óseo (osteofito) provoca la compresión de una raíz nerviosa, el resultado puede ser debilidad en las extremidades (por ej., los brazos). En casos poco comunes, los espolones óseos que se forman en la parte frontal de la columna cervical pueden provocar dificultades para tragar (disfagia).
 
Torácica (parte media de la espalda): la flexión hacia adelante y la hiperextensión suelen desencadenar el dolor asociado con la enfermedad degenerativa. En la región torácica de la columna, el dolor de discos puede ser provocado por flexión y el dolor facetario por perextensión.






 Lumbar: la espondilosis muchas veces afecta a la columna lumbar de la gente de más de 40 años de edad. El dolor y la rigidez matutinos son dolencias comunes. Es habitual que haya varios niveles involucrados (es decir, más de una vértebra). La columna lumbar soporta la mayor parte del peso corporal. Por lo tanto, cuando las fuerzas degenerativas comprometen la integridad estructural, la actividad puede estar acompañada de algunos síntomas, incluido el dolor. El movimiento estimula las fibras del dolor en el ánulo fibroso y las articulaciones facetarias. Estar sentado por períodos prolongados puede causar dolor y otros síntomas debido a la presión sobre las vértebras lumbares. Los movimientos repetitivos como levantar cosas e inclinarse (por ej. trabajo manual) pueden aumentar el dolor.


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